Dos daños colaterales derivados de no resolver esta problemática son la desorganización y la falta de seguridad en el espacio público. La presencia desordenada de vendedores ambulantes ha generado una alteración del orden urbano y ha contribuido al deterioro de la imagen de la ciudad. Además, la falta de un control efectivo ha dado lugar a situaciones de inseguridad tanto para los vendedores como para los ciudadanos, afectando la percepción de seguridad en el centro de Ibagué.
Para superar esta situación, se plantean dos posibles soluciones: en primer lugar, la implementación de zonas específicas para la venta ambulante, definidas a través del análisis de datos que considere aspectos socioeconómicos y demográficos. Estas áreas delimitadas permitirán una distribución ordenada de los vendedores, fomentando así la convivencia y facilitando la supervisión por parte de las autoridades. Un ejemplo de esta solución es la exitosa implementación en otras ciudades, como Medellín, donde la asignación de espacios específicos ha contribuido a una convivencia más armoniosa entre comerciantes informales y formales.
La segunda solución propuesta es establecer programas de capacitación y apoyo para la formalización de vendedores ambulantes, conectándolos con empresas legalmente establecidas que requieran personal. Esta estrategia busca no solo brindar oportunidades laborales estables, sino también fortalecer la economía local y mejorar la calidad de vida de estos comerciantes. Tomando como ejemplo casos exitosos en otras ciudades, como Bogotá, donde se han implementado programas de formalización con beneficios tangibles para ambas partes, se evidencia el potencial positivo de esta solución.
La adopción de una solución basada en análisis de datos y coordinación con entidades como Fenalco Tolima y la Secretaría de Gobierno de Ibagué presenta beneficios sustanciales. En primer lugar, permite una asignación más eficiente de recursos y esfuerzos para abordar la problemática de las ventas ambulantes. Al contar con información detallada sobre los vendedores, se pueden diseñar políticas más acertadas y específicas. Asimismo, al conectar a vendedores ambulantes con empresas formales, se fomenta un ecosistema comercial más equilibrado y se contribuye al crecimiento económico local. Este enfoque también mejora la percepción de seguridad y orden en el espacio público, generando un entorno propicio para el desarrollo del comercio y la convivencia pacífica.
En conclusión, la adopción de esta solución de análisis de datos para abordar la problemática de las ventas ambulantes en Ibagué es fundamental para lograr una convivencia urbana más armoniosa y segura. Con el respaldo de actores clave como Fenalco Tolima y la Secretaría de Gobierno de Ibagué, se potencia la posibilidad de establecer un modelo que, además de mejorar la organización y la seguridad en el espacio público, beneficie tanto a los comerciantes ambulantes como al desarrollo sostenible de la ciudad. Es necesario que la comunidad y las autoridades se unan en la implementación de estas soluciones, contribuyendo así a la construcción de una ciudad más ordenada, segura y próspera para todos.
